La elección es sencilla: cambio o más de lo mismo, gobierno del PSOE o continuismo y más recortes del PP
Durante estos últimos meses Pedro Sánchez se ha esforzado en impulsar el cambio expresado aspor la mayoría de los españoles y españolasen las pasadas elecciones. Era difícil, pero puso todo su empeño en buscar un acuerdo que terminara con los años de gobierno del PP.
El cambio ya debería estar en marcha con un gobierno de progreso que hubiera puesto fin a las políticas del PP que tanto sufrimiento han causado.
Habrá quienes desde una visión conservadora entiendan el bloqueo de la derecha, ese intento desesperado de Rajoy por seguir con sus mentiras políticas, pero lo que resulta más inexplicable es que aquellos que gritaban “no nos representan”, acaben convirtiéndose en el principal apoyo del Partido Popular negándose al cambio y rechazando así la posibilidad de terminar con los recortes sociales, con los desahucios, recuperando el valor de la sanidad y la enseñanza públicas, de los convenios colectivos, o que se ponga fin al aforamiento de los diputados y los senadores.
Lo sucedido en Asturias ya nos hacía temer lo peor; baste recordar que Podemos no dudó en aliarse con la derecha en la Junta General del Principado para impedir que el Gobierno socialista de Javier Fernández dispusiese de los Presupuestos necesarios para hacer frente a las necesidades de los asturianos y asturianas, o en el caso de Gijón para rechazar un gobierno municipal liderado por un socialista, José María Pérez, permitiendo que siguiese gobernando la derecha representada por Cascos y Carmen Moriyón.
Pero el cambio llegará el 26 de junio. Un cambio sensato, un cambio progresista, que es el que demandan los ciudadanos y ciudadanas.