Artículo publicado por Roberto Lena, Secretario de Organización de la Agrupación Socialista de Gijón/Xixón en El Comercio el lunes 6 de agosto
El Muséu del Pueblu d´Asturies celebró el pasado fin de semana su cincuenta cumpleaños. Lo intentó celebrar como es él, de manera tradicional, abriendo sus puertas e invitando a su casa a todo quien quisiera unirse a la celebración para hacernos sentir, de una u otra manera, parte de su historia. No pudo ser. Horas antes, el despropósito de este gobierno volvió a grabar otra muesca en nuestra ciudad con la suspensión de los actos conmemorativos.
Yo crecí con la fotografía. Mi infancia está llena de negativos, de fotos en blanco y negro, de líquidos mágicos que convertían el papel en imagen bajo una gran luz roja, de recuerdos capturados en un momento, quizás por eso siento al Muséu del Pueblu d´Asturies tan cercano. Hace años las paneras, los hórreos y casas solariegas configuraban más un espacio de paso que museístico, pero a mediados de los noventa, bajo los gobiernos socialistas de Vicente Álvarez Areces y Paz Fernández Felgueroso, se empezó a levantar con la rigurosidad y modernidad que enseña hoy. Para un hijo de fotógrafo y amante de la fotografía, perderse en las exposiciones que año tras año programan en sus salas es un deleite que se debe saborear con la calma propia del museo, es encontrarse dentro del saber histórico que emana gracias a una extensa y excelsa colección, es vivir Asturias a través de la mirada hacia el pasado, hacia nuestras costumbres, hacia nuestro arraigo.
El Muséu del Pueblu d´Asturies es un privilegio para los gijoneses y gijonesas y para todo el Principado. Sus fondos, conseguidos con rigor y profesionalidad, son una riqueza patrimonial que permiten conocer la historia de nuestra región a través de lo cotidiano, sus investigaciones, merecedoras de reconocimientos, escarban en nuestro pasado para entenderlo, conocerlo y conservarlo, las donaciones de particulares dan una imagen de lo arraigado que está el museo en Gijón y del respaldo que tiene por parte de la ciudadanía. Cartas, testimonios orales, fototeca, gaitas, instrumentos de labranza, documentos, carteles… colecciones fundamentales y un personal minucioso y amante de su función museística, configuran un museo de Gijón para Asturias.
La cabecera de la red de museos etnográficos del Principado cumple años, y Gijón tiene que agradecer a Luis Adaro su visión conservadora en aquellos tiempos, a los trabajadores y trabajadoras del museo durante estos años, y a Juaco López, figura clave del equipamiento, con el que el museo está consiguiendo su época de mayor esplendor, convirtiéndolo en un equipamiento moderno y dinámico que no merecía, en fecha tan especial, tal despropósito por parte del gobierno municipal de Carmen Moriyón.