Entrevista publicada en El Diario El Comercio I. VILLAR
«Seguimos reclamando poder usar el remanente, pero soy la alcaldesa de Gijón y haré lo que tenga que hacer por el bienestar de los vecinos»
«No habrá Noche de los Fuegos; no hemos hallado nada asumible para sustituirlos»
«La reforma de la fachada marítima de Fomento busca empezar a construir un nuevo proyecto de ciudad y que Gijón mire más al mar»
-No es fácil. Tampoco vamos a decir que estemos al borde de un abismo, porque no es cierto, pero es verdad que necesitamos dinero. Y seguramente necesitaremos más el próximo año, porque según todas las previsiones será cuando más se noten los efectos de la crisis socioeconómica y además vamos a tener menos ingresos. Por eso, como el resto de ayuntamientos, estamos reclamando al Gobierno la posibilidad de usar los remanentes.
-La concejala de Hacienda ya anunció que al próximo Pleno se llevarán nuevas modificaciones presupuestarias para hacer frente a las pérdidas de las empresas municipales «haya cambios legislativos o no». ¿Están dispuestos a saltarse normas que marca la ley de estabilidad, como el techo de gasto?
-Yo soy la alcaldesa de Gijón para hacer todo lo que tenga que hacer por el bienestar de mis vecinos y vecinas.
-Y una acción así, ¿no tendría consecuencias negativas en el futuro? No está muy lejos el último plan económico y financiero que hubo que afrontar.
-No soy una persona inconsciente ni imprudente. Nunca pondría a mi ciudad en riesgo de algo grave.
-¿Tienen noticias del Gobierno central sobre el cambio legislativo que reclaman para poder utilizar libremente los recursos de los que disponen?
-A través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en cuya junta directiva vuelve a estar Gijón, los ayuntamientos le hemos enviado al Gobierno una propuesta muy bien trabajada con una serie de medidas y ahora estamos esperando a que se pase de las palabras a los hechos. El presidente de la FEMP, Abel Caballero, nos informó esta semana de cómo siguen los contactos y reuniones y nos dijo que él es optimista.
-Tras el verano deben empezar a preparar las ordenanzas fiscales de 2021. En un contexto de caída de ingresos, ¿habrá subidas de impuestos?
-No. La idea es no subir ni impuestos ni tasas. Es verdad que el Ayuntamiento necesita aumentar sus ingresos, pero creemos que 2021 es un año de transición y de recuperación y tenemos que dejar un tiempo para que las empresas, la hostelería, el pequeño comercio y la hotelería vayan recuperando el ritmo. Y a no ser que nos encontremos en una situación extrema, que ahora mismo no preveo, el objetivo es que no haya subidas.
-¿Y en qué se traduce eso en lo que respecta al IBI diferenciado? Aprobado ya está.
-Sí, pero ya hemos dicho que este año no lo vamos a cobrar y el objetivo es no aplicarlo tampoco el año que viene, por la misma razón. No podríamos hacer un discurso sobre las ayudas municipales a la recuperación y al mismo tiempo dejar aparte a estas empresas. No, ayudaremos a todos. A mí me importan el pequeño comercio y la hostelería, pero también las grandes empresas, sean las que sean. Da igual industrias que establecimientos comerciales. Porque generan empleo y porque ahora lo que más me preocupa es que los vecinos de Gijón tengan trabajo y que todos los ERTE que se han puesto en marcha vuelvan a ser empleo.
-La federación vecinal les pide un mayor control sobre las terrazas que han solicitado ampliar su superficie…
-En todos los sectores y en todos los ámbitos de la vida hay gente que no cumple las normas. El Ayuntamiento dio una respuesta rápida a algo que creemos que articula la convivencia y la ciudad, como son los bares, restaurantes y sidrerías. Y la mayor parte de ellos están cumpliendo las normas, aunque siempre hay quien no lo hace. Nosotros estamos controlando que se cumpla lo que pactamos con Otea y sancionando cuando hay que sancionar. Y durante el verano reforzaremos ese control.
-¿Cómo?
-Para julio y agosto tenemos diseñado un plan para intensificar la presencia policial en las zonas con más bares y locales, pero también las de más agrupamientos de personas, porque a veces es en la calle donde no se cumplen las normas de seguridad. Debemos tener cuidado con criminalizar a la hostelería. Es importante recordar que quienes van a los bares son personas. Y, sin quitar responsabilidades al Ayuntamiento, también la acción individual es importante. Y por ejemplo hay una que es no entrar en un bar que claramente no cumpla las normas.
-¿Qué pasará con las ayudas complementarias que iban a sustituir a la renta social, una vez que el Gobierno ha aprobado el nuevo Ingreso Mínimo Vital?
-Tendremos que ver varias cosas. Por un lado, que en estos meses hemos tenido que dar el triple de ayudas de emergencia que en todo el año pasado. Y por otro, cómo se van uniendo las piezas, cómo va a complementar el salario social autonómico al ingreso mínimo vital y qué cuestiones quedan después sin cubrir. Debemos darnos un tiempo para ver cómo encaja todo, pero hay personas que ya sabemos que no van a tener de momento acceso al ingreso mínimo vital, por ejemplo las que no tienen papeles, lo que solemos llamar inmigrantes irregulares, y seguramente más grupos de población. Ahí tendrá que estar el Ayuntamiento, para no dejar a nadie fuera del sistema. Pero habrá que ver cómo lo diseñamos. Y otra cuestión que tengo clara es la importancia de la intervención social. Que las personas no solo tengan acceso a una ayuda, sino que logren autonomía para poder llegar a un empleo y vivir la vida como quieran hacerlo.