Artículo de la concejala del PSOE, Lara Martínez, publicado hoy en El Comercio
Soy concejala. Y musicóloga. Pero este artículo no está escrito ni desde la visión política ni desde la crítica musical. Está simplemente escrito desde la emoción. El pasado domingo asistí a uno de los conciertos más emotivos de los que he acudido en el Teatro Jovellanos en los últimos años. El concierto del Coro Joven de Gijón. La puesta de largo de esta formación en el Teatro de su ciudad se convirtió en una experiencia inolvidable para quienes allí estábamos.
Con un programa hecho para gustar, que encantó, con unas voces que nada tienen que envidiar a muchas más mediáticas convertidas en ídolos efímeros, con unos músicos de categoría suprema, con un director de personalidad arrolladora y compromiso encomiable, el Coro Joven de Gijón se convirtió, un 2 de diciembre de 2018, en patrimonio gijonés a respetar, apoyar y mimar. Se han convertido, por mérito propio, en nuestras voces. La voz de ese Gijón vivo, joven, dinámico, activo, que muchos echamos de menos hace años. Han abierto un espacio para la esperanza.
Hoy en día, en la sociedad que nos ha tocado vivir, donde la escala de valores se invierte a cada momento, donde se valora la superficialidad por encima de lo profundo, lo inmediato por encima de lo perdurable, lo individual por encima de lo colectivo, que una formación musical como el Coro Joven de Gijón se abra un hueco en la realidad cultural de la ciudad les hace merecedores del mayor de los respetos y de los numerosos halagos que llevan recibiendo desde hace días. Es admirable que estos chicos y chicas, sin formación musical reglada, dediquen su tiempo de ocio a vivir la música, a sentirla y a hacer de ella una forma de entender la vida. Porque eso es lo que es la música, una forma de entender la vida. De este viaje se llevarán no sólo innumerables experiencias personales que les ayudarán a enfrentar el mundo, sino también la satisfacción personal de formar parte de un proyecto colectivo que, a pesar de su juventud, ha dejado ya huella en nuestra ciudad.
Creo que no me equivoco si afirmo que somos muchos los que esperamos un nuevo concierto del Coro Joven. Sentir de nuevo la energía que transmiten. Esperemos que para entonces la concejala de cultura del Ayuntamiento de Gijón encuentre un hueco en esa agenda que el pasado domingo la hizo preferir estar en Pruvia, en un desfile de moda, en vez de compartir en Gijón, su ciudad, la experiencia inolvidable que supuso el concierto del Coro Joven. Cuestión de prioridades.