GIJÓN, 15 (EUROPA PRESS)
El Jardín Botánico de Gijón iniciará una nueva etapa más vinculada a la investigación científica, especialmente con lo que tiene que ver con los efectos del cambio climático, y con la mente puesta en llegar a ser un referente, no solo en España sino incluso en Europa.
Así se ha destacado en la rueda de prensa para dar a conocer el proyecto científico del Botánico, en la que han participado el concejal de Medio Ambiente, AURELIO MARTÍN, el nuevo jefe de servicio que se ocupará de su gestión, Luis Miguel Álvarez, y el director científico del equipamiento verde, Borja Jiménez Alfaro, de la Universidad de Oviedo.
Martín, por su parte, ha destacado que se abre una nueva etapa, ya que antes el Botánico era una «cosa más» en DIVERTIA, según él, cuando ahora va a ser «la cosa», una de las joyas medioambientales. Y por tanto, va a ser un tema prioritario en la Concejalía, una vez que se integra en el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento y deja de pertenecer a DIVERTIA.
Álvarez, por su lado, ha indicado que en la reunión celebrada en este día del Comité de Seguimiento se han abordado las líneas a seguir y la importancia de proporcionar el entorno adecuado para que el equipo científico pueda desarrollar su labor.
Sobre esta labor científica, Jiménez Alfaro ha resaltado la perfecta sintonía entre la Universidad de Oviedo y el Ayuntamiento para el desarrollo de las actividades científicas del Botánico.
El objetivo que se marcan, según él, es darle la labor académica, científica y de investigación que un botánico necesita si se quiere llamar así. Quieren relanzarlo, de hecho, para que sea referencia en el Norte de la Península, incluso de España y Europa
Se va a trabajar, por tanto, todo lo que tenga que ver con la conservación de la flora y los hábitat del Noroeste peninsular, que cuenta con casi 4.000 especies vegetales y los hábitat que forman.
Entre las líneas de investigación a seguir más destacadas ha citado tres; una de ellas impulsar el seguimiento fenológico de colecciones a través de un proyecto internacional. De hecho el de Gijón será el primer botánico de España que se involucre en un proyecto de este tipo contra el cambio climático.
La segunda tiene ver con realizar estudios para comprender la evolución del cambio climático en el parque nacional de Picos de Europa para identificar especies prioritarias y más sensibles ante este, de cara a conservarlas en el Botánico.
En tercer lugar, está el comprender el papel biológico del entorno Cantábrico en el contexto de los biomas, para ver especies que caracterizan este entorno frente a otros lugares del mundo. El identificar estas especies permitirá representar las colecciones en el Botánico de forma más ajustada a la realidad.
Jiménez Alfaro ha incidido en que todo tiene relación con el clima y, especialmente, colaborar a conocer mejor el efecto del cambio climático en el entorno más próximo.
Otros puntos fuertes en los que se trabajará son las colecciones vivas, las de plantas, las de geoplasmas y el herbario. Sobre este último, lo quieren volver a poner en valor, ya que es uno de los más importantes.
Asimismo, han presentado propuestas para que el Botánico sea un centro de referencia que sirva de consulta con lo que tenga que ver con la diversidad de las plantas, como pueda ser contribuir a la formación para guardas forestales. También quieren participar en redes de restauración vegetal, a través de colección de semillas.
Además, ha indicado falta por integrar al proyecto un conservador científico. Para ello, está en trámite la convocatoria de contratación. Buscan una persona de perfil investigador, sobre todo que sepa de análisis de datos botánicos. También que sea doctor o doctora en Botánica y que tenga experiencia internacional de investigación.
Por otro lado, quieren integrar todos los años personal en formación, como estudiantes de grado y máster de la Universidad de Oviedo, a través de prácticas de empresa.
Asimismo, se creará una comisión botánica formada por cuatro personas ligadas a la Universidad, como son él mismo, el conservador y dos más del área de forestales de Mieres y un botánico de la Universidad de Oviedo. Se quiere, según Jiménez Alfaro, crear una especie de comité asesor.
En cuanto a si los visitantes notarán el cambio en el Botánico, ha apuntado que estos verán «con el tiempo» que el Jardín está «mejor cuidado».
Respecto a su vinculación con el equipamiento, ha explicado que hizo su tesis doctoral en el Botánico entre 2004y 2008, y participó en el equipo de la Universidad que colaboró en el desarrolló del Jardín. Es más, fue el encargado de montar el banco de geoplasma en su momento.
«Sé que tiene potencial», ha destacado del Botánico, del que se ha mostrado seguro que es de los mejores en España y quizás hasta en Europa. Es más, ha remarcado que nada tiene que envidiar el de Gijón a los de Europa.