Sostiene que la licencia de 2006 sigue en vigor y somete a consulta pública un nuevo estudio, que compara la ubicación que defiende la alcaldesa con la del Museo
El estudio informativo que analiza si es mejor levantar una estación intermodal en Moreda o junto al Museo del Ferrocarril inició ayer su fase de información pública. Durante 30 días ciudadanos y administraciones pueden analizar el documento y plantear sus alegaciones al Ministerio de Transportes. Tal y como destapó EL COMERCIO, el análisis concluye que ambas opciones son «técnicamente viables y adecuadas a los objetivos de la actuación», con diferencias que se juzgan de «poco significativas».
Ese equilibrio varía si para «laminar» la inversión se apuesta por una ejecución por fases, que aplace al largo plazo los andenes de los trenes de largo recorrido y autobuses. Ahí Moreda «permitiría a corto plazo la puesta en servicio de las cercanías» y el metrotrén, dejando el Alvia en Sanz Crespo y conectando ambas estaciones. El museo permite dividir también los trabajos, pero «complicando la viabilidad económica» de la primera etapa.
Los técnicos compararon ubicaciones y prepararon un nuevo estudio de impacto ambiental como si ninguna lo tuviera en vigor. En la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para convocar la consulta pública, el subdirector de planificación ferroviaria del ministerio aprovecha para «hacer constar la vigencia» del estudio que en 2006 se aprobó sobre Moreda. «Sigue en vigor con su correspondiente declaración de impacto ambiental porque se iniciaron actuaciones dentro de su ámbito», argumenta el ministerio, en alusión a la demolición de las estaciones de Jovellanos y El Humedal. Al iniciar en plazo esos trabajos preparatorios el permiso que tenía el resto del proyecto «no caduca», sostienen.
Transportes puede ahora actualizar el proyecto de obra o terminar el trámite iniciado ayer y obtener así una nueva autorización
Ese respaldo en el BOE «viene a confirmar lo que venimos diciendo desde hace muchos días, que Moreda permite iniciar las obras en plazos razonables y es la única que garantiza la viabilidad de todo el proyecto», indicó la portavoz del gobierno local, Marina Pineda. El Principado indica que Moreda «parece la opción más recomendable porque conlleva factores económicos y de plazos más favorables», según la portavoz del Ejecutivo regional, Melania Álvarez. Ambas administraciones analizan el estudio para decidir si formulan alegaciones en dicho sentido.
El trámite iniciado ayer es también el primer paso para recabar una nueva declaración de impacto ambiental. Tras la consulta pública Transportes elaborará un informe respondiendo a las alegaciones y tiene un plazo de un año y medio para someter el expediente al examen del Ministerio para la Transición Ecológica.
De dar ese paso, ese departamento emitirá una nueva declaración de impacto ambiental que relevaría a la de 2006. La resolución del BOE de ayer recuerda que solo con ese nuevo permiso el estudio que ahora presenta puede llegar a su última etapa, la de aprobación definitiva.
Ese es el camino habitual. Como el ministerio da por bueno el permiso de 2006, puede también abortar la tramitación y ponerse ya a actualizar el proyecto de obra de Moreda, amparándose en la declaración de hace 14 años. Especialistas como el académico Javier Junceda desaconsejan esa vía; argumentan que en caso de denuncia el tiempo pasado sin obras podría llevar a un juez a no dar por bueno el permiso de 2006 y por «seguridad jurídica» instan a terminar el trámite iniciado ayer.