Artículo de concejal, César González, publicado hoy en La Nueva España
La política, como cualquier otro orden de la vida, tiene momentos más y menos gratos. De esta obviedad era consciente cuando me estrené en el salón de plenos del Ayuntamiento hace poco más de dos años, pero así todo hay situaciones que acaban por superar el umbral de lo asimilable.
Puede que el problema esté en la falta de callo político de este concejal novato que escribe. Quizá. No lo niego. Desde que comenzara este mandato he asistido atónito a espectáculos municipales de difícil digestión y que me hacen preguntarme, una vez más, “¿qué esperabas?”. Es cierto. Poco se puede esperar, pero he de confesar que tras el Pleno de la pasada semana un servidor quedó descolocado. El motivo no fue otro que el resultado del debate y votación del punto del orden del día que trataba la reprobación del portavoz de Foro Asturias, el Sr. Couto, a raíz de sus actuaciones como presidente de la Empresa Municipal de Aguas en los procedimientos judiciales abiertos contra la anterior presidenta, mi compañera Dulce Gallego, y otros trabajadores de dicha empresa. O dicho más claramente, después de fulminar más de 400.000 euros de una sociedad pública (huelga decir que de todos los gijoneses) para tratar de empapelar a una concejala que había demostrado su honradez a lo largo de toda su trayectoria política, y de paso construir un relato para poner en entredicho la gestión de los socialistas al frente del Ayuntamiento de Gijón. Y también de Izquierda Unida, que a nadie se le olvide.
Esos 400.000 euros se corresponden con el gasto asociado (y acreditado con facturas) a informes, auditorías, pruebas periciales, servicios jurídicos o indemnizaciones por despido. Si además tenemos en cuenta que dos directivos nombrados por los casquistas emplearon buena parte de su tiempo en fabricar pruebas y que, en consecuencia, la empresa quedó prácticamente paralizada, el daño económico fue mucho mayor. Por no hablar de que hay cosas como el honor que no se pagan con dinero, y no solo me refiero a Dulce o a Alemany, sino a dos empleados municipales que fueron despidos injustamente.
Pero quedémonos con los 400.000 euros, que no es moco de pavo. Ya esperaba que Foro Asturias iba a defender la actuación de su portavoz y que el PP, gran inductor de esta farsa, iba a acompañar la jugada, pero no contaba con la aquiescencia del resto de grupos políticos, y menos aún, con los argumentos esgrimidos. El portavoz de Ciudadanos explicó que no tenían suficiente información. ¿No le parecieron suficientes los datos y el detalle de gastos que fueron facilitados en octubre de 2015 al Consejo de Administración de la EMA del que forma parte? Voto en contra.
El portavoz de Izquierda Unida vino a decir que una iniciativa como la reprobación planteada contribuía al desprestigio de la política, que no era casual que planteáramos la reprobación el mismo día que Couto volvía a someter al Pleno la aprobación inicial del PGO y que sí, que probablemente había que pedir perdón a la Sra. Gallego. ¿Perdón? ¿Alguien ha pedido perdón? ¿No hay mayor desprestigio de la política que dilapidar dinero público en montar una caza de brujas? ¿Contribuimos a prestigiarla dando por bueno estas actuaciones? ¿No es consciente el Sr. Martín que el Pleno de la pasada semana fue el primero desde que la sentencia adquiriera firmeza? ¿Considera que tendríamos que esperar al mes que viene para no empañar el acuerdo que han alcanzado con la derecha en materia urbanística? Abstención, vergonzante abstención.
Por su parte, el portavoz de Podemos se despachó diciendo algo así como que era lamentable lo sucedido, pero que agua pasada no mueve molinos y la honorabilidad de la exconcejala y del que fuera gerente quedó restituida con la sentencia. ¿Pensaría lo mismo si la persecución hubiera sido orquestada contra alguien de la formación morada? ¿Unas actuaciones lamentables (incluidos los despidos de dos trabajadores que nada tenían que ver con este asunto) no merecen una reprobación? ¿Recupera su honorabilidad alguien que injustamente ha sido protagonista de decenas de noticias de prensa en las que aparecía como culpable? Abstención, incomprensible abstención.
Lo decía al principio. La política tiene estas cosas. La cara más ingrata la ha sufrido Dulce y también la han padecido tres técnicos municipales. ¿Tan difícil era apoyar la reprobación del Sr. Couto? Creo que no. ¿En qué se traduce una reprobación como ésa? En algo tan simple como decir alto y claro que este tipo de comportamientos en política no son admisibles. Nada más. Ni se le iban a retirar las competencias que tiene delegadas como concejal, ni se le iba a quitar una parte de su sueldo. Alguien me dirá que lo más importante es que Dulce ha sido declarada inocente, y es cierto, pero las decisiones que toman algunos no son nada inocentes. Ellos sabrán.