Entrevista publicada por El Comercio el 7 de agosto de 2019
Marina Pineda / Concejala de Hacienda y Portavoz socialista
La edil de Hacienda y portavoz del PSOE asegura que «estamos valorando aplicar un IBI diferenciado, ampliar la edad para los billetes gratis de EMTUSA y tasas específicas para rebajar el consumo de agua»
Marina Pineda (Luanco, 1967) está inmersa como nueva concejala de Hacienda y Personal en la elaboración del proyecto de ordenanzas fiscales y en la reorganización de toda la estructura municipal. Defiende la equiparación salarial de los ediles con los empleados públicos que ella misma negoció con todos los grupos políticos y confía en que las relaciones del PSOE con Podemos mejorarán en la etapa post Mario Suárez.
-¿Cómo va a ser su propuesta para las ordenanzas fiscales?
-No pretendemos incrementar en exceso la carga fiscal para las familias. Lo que estamos buscando son nuevas fórmulas, nuevas tasas que, manteniendo un nivel impositivo moderado, procuren también ingresos. Lo que es cierto es que no podemos mantener todas las tarifas de los servicios públicos congeladas como llevan desde hace ya en unos casos ocho años y en otros doce. Durante los peores periodos de la crisis podía haber incluso alguna justificación para esto, pero los impuestos municipales tienen que ir dirigidos a cubrir los costes de los servicios públicos para que éstos se puedan seguir prestando. Ahora no se estaban cubriendo esos costes. Hay que tener en cuenta que cuando se incrementa una tasa o un precio público en muchos casos la repercusión para el ciudadano es muy pequeña, en algunos casos de céntimos, pero la suma son recursos a los que se ha estado renunciando durante muchos años desde el gobierno municipal.
-La alcaldesa avanzó que igual había que plantearse pagar menos por el transporte público y más por el consumo de agua.
-Partimos de estudiar todas las ordenanzas fiscales. En los dos últimos años ni siquiera se llegó a presentar una propuesta al Pleno por parte de Foro. Estamos viendo la posibilidad de introducir nuevos elementos para que sean más equilibradas. En el caso concreto de EMTUSA estamos valorando la ampliación de la edad de billetes gratuitos de autobús hasta los 16 años atendiendo a criterios de movilidad sostenible. En el otro extremo estamos estudiando cómo aplicar incrementos, tasas específicas, en el consumo de agua, porque éste debe rebajarse. Estamos evaluando también el impacto que pueden tener tasas que se han implantado en otros lugares como las de los cajeros y las compañías de telefonía móvil. El IBI de las familias en principio no se tocaría. Con todo eso elaboraremos un proyecto e intentaremos llegar a un acuerdo con los grupos municipales.
-¿Prevén aplicar un IBI diferenciado a los grandes propietarios?
-Lo estamos valorando. Estamos viendo el padrón de inmuebles y cómo se podría establecer para que tenga una repercusión sobre los edificios de mayor valor en función de determinados usos. Haremos un planteamiento al respecto para los grupos municipales al igual que con cada tasa.
-¿La posibilidad de gravar los pisos vacíos también la valoran?
-Sí, pero eso tiene muchísimas dificultades jurídicas. Ya en su momento intentamos hacerlo y no se pudo. Mientras no haya una legislación que no solo establezca la posibilidad de hacerlo sino que desarrolle reglamentariamente cómo se hace seguiremos igual, porque el problema es determinar cuándo una vivienda está vacía.
-¿Cómo van a solucionar el atasco con las ayudas a fachadas?
-Intentaremos solventarlo cuanto antes. Ya se han aprobado algunas ayudas y este año todavía queda algo de remanente para poder atender más obras y vamos a intentar utilizar una cantidad mayor de la que está prevista para pagar fachadas. Cuando tengamos la certeza de que todos los datos son los que estamos manejando, lo que intentaremos será hacer un calendario de previsiones, de tal manera que las comunidades de propietarios tengan al menos una aproximación de cuándo se va a resolver su expediente y de cuándo pueden cobrar para que puedan planificarse. Nos gustaría muchísimo poder decir que este año podemos pagar todas las ayudas a fachadas, pero el anterior gobierno dejó 81 millones pendientes.
-¿Encontró algo extraño en las cuentas del Ayuntamiento al llegar?
-Me encontré lo que ya sabíamos. Unos niveles de inejecución elevadísimos y una pérdida de capacidad de recursos por el Ayuntamiento en los últimos años porque el no ejecutar ha llevado, por las normas de estabilidad, a que el presupuesto municipal sea cada vez menor. No había ninguna planificación y el dinero se iba poniendo en las urgencias. Estamos trabajando ahora para revertirlo. Nuestro primer empeño será intentar en los meses que quedan ejecutar el presupuesto hasta el límite de la regla de gasto, agilizar las inversiones y la puesta en marcha de todos los programas para que al menos este año no perdamos más recursos. El margen de maniobra que tenemos es pequeño porque hay una prórroga presupuestaria y unas modificaciones presupuestarias acordadas por el Pleno con unos proyectos que hay que ejecutar.
-¿Qué cambios organizativos van a empezar a aplicar en la estructura municipal?
-El Plan Reto se da por finalizado. En lo que estamos y ya hemos empezado es estudiar la estructura municipal y ver qué estructura queremos tener que refleje las prioridades y nueva configuración en áreas del gobierno municipal. No se trata de hacer una revolución. De lo que aquí se trata es de ordenar y organizar, porque si en la ejecución presupuestaria nos encontramos con una elevadísima inejecución e improvisación, en la estructura municipal hay un auténtico caos. Con la disculpa del Plan Reto, en los últimos años no se ha hecho absolutamente nada y todos los cambios se han realizado atendiendo a la urgencia del momento mediante adscripciones provisionales y comisiones de servicios. Mi objetivo es tener definida la nueva estructura antes de fin de año. Y a partir de ahí poner en marcha todos los procesos que deberán ser de movilidad horizontal y de promoción interna. También hay que agilizar las convocatorias de empleo público (hay incluso de 2016 que aún no están finalizadas) y aprovechar también todas las tasas de reposición.
-¿Van a aplicar la jornada de 35 horas semanales para Ayuntamiento y empresas municipales?
-Estamos ahora mismo estudiando y valorando la repercusión que tiene para ver cuando y de qué manera la podremos aplicar.
-¿Cree que han decepcionado a parte de su electorado de izquierdas con el acuerdo plenario para subirse los sueldos?
-El problema es que hay un empeño en hablar de un acuerdo de subida salarial y no hay tal. En el año 2010 cuando todavía gobernaba el PSOE en Gijón se llegó a un acuerdo de rebajar el nivel de clasificación y congelar las retribuciones de los concejales porque se habían adoptado medidas que afectaban a los funcionarios. Se hizo así y cuando los empleados públicos empezaron a recuperar su capacidad adquisitiva con actualizaciones, éstas no tuvieron su reflejo en las retribuciones de los órganos de gobierno. A partir de ahí lo que se plantea como propuesta de acuerdo y que todos los grupos salvo Podemos aceptaron como criterio es que los ediles tienen que estar equiparados a un empleado municipal.
-¿Pero no hubiese sido más estético un incremento gradual a lo largo del mandato?
-No sé si hubiera sido más estético pero hubiese desvirtuado el concepto. En toda la negociación se habló de criterios, no de dinero. Y si el criterio es que los ediles tienen que estar equiparados en la clasificación municipal a esos empleados públicos de más alto nivel, por estar en un escalón por encima en cuanto a responsabilidad y capacidad de decisión, deben estar en una escala que lleva aparejadas unas retribuciones. Las que sean.