Noticia publicada en El Comercio 27/10/2019
Fotografía de: La edil Carmen Saras, en la terraza de La Botica Indiana, acaricia a la dálmata ‘Mamba’. / JUAN CARLOS TUERO
Carmen Saras | Concejala de Salud Animal
«Lo de la botellita de agua se está poniendo en todos los sitios para diluir los orines de los perros y reducir la corrosión en el mobiliario urbano»
Carmen Saras (Gijón, 1973) se puso en agosto al frente de una concejalía de nueva creación, la de Salud Animal, cuando se reorganizó el equipo de gobierno para dar entrada a IU. Compagina la docencia con su dedicación por las tardes al Ayuntamiento, donde solo cobra dietas. Trabaja ya en una nueva ordenanza de tenencia de animales y un reglamento de voluntariado. Asegura que hay margen para hacer de Gijón aún más ‘pet friendly’. También se ocupa de los distritos centro y oeste.
-¿Era necesaria una concejalía de Salud Animal en Gijón?
-Sí, lo era. Ahora existe como una concejalía que cohabita con otras responsabilidades al igual que antes existía dentro de Seguridad Ciudadana. Se decidió sacar las competencias porque Gijón es un ciudad que tiene muchas mascotas y todo eso requiere una responsabilidad y un trabajo. Se dio la oportunidad y era el momento porque había el suficiente número de concejales para hacer ese reparto.
-Según el registro del Principado (RIAPA), Gijón tiene 34.232 mascotas con chip. Se acerca al número de gijoneses hasta 16 años según el padrón municipal: 34.778.
-Realmente no tenía este dato de comparativa y están muy a la par. A mí no me gusta relacionar el no tener hijos con la idea de su sustitución por las mascotas. No me hace sentirme nada cómoda. Hay gente que, no es que no pueda, sino que no quiere tener hijos. Además la situación socioeconómica es la que es y puede coartar mucho para dar ese paso a las familias. Gijón tiene muchas mas mascotas que la media y éstas no sustituyen para nada a un hijo. Yo tengo hijos y una cosa es tener hijos y otra mascotas. Son responsabilidades diferentes, sentimientos distintos… Lo digo por pura convicción. Una persona que no tiene hijos no se compra una mascota para sustituirlos y quien quiere tener una mascota no le supone la imposibilidad de tener hijos si los quiere.
-¿En qué ciudad se ha fijado para partir de cero?
-He consultado referentes de muchos sitios. He leído muchas ordenanzas y reglamentos de voluntariado para que las particularidades de Gijón queden cubiertas. Pero no tengo un modelo concreto. Yo siempre pienso que Gijón es esa cabeza tractora de políticas innovadoras y considero que en relación con las mascotas puede serlo también.
-En una ciudad con tantos perros, ¿qué se puede hacer para evitar conflictos entre los amantes de los animales y aquellos que no lo son?
-Respetando las normas de convivencia de las que nos hemos dotado y que son sagradas. Yo pienso que la convivencia es buena. A veces surgen algunas fricciones, porque hay gente que no le gustan los animales y hay que ser conscientes de que eso siempre va a existir.
-¿Planteará algún tipo de tasa o fiscalidad vinculada a la tenencia de animales?
-En mi intervención del Pleno de septiembre no cerré la puerta, pero yo creo que primero hay que ver bien las necesidades y los servicios que se ofrecen antes de plantearnos ni por asomo una tasa. Las tasas y los servicios tienen que ir vinculados.
-Avance proyectos y campañas previstas.
-Para el año que viene se pondrá en marcha un plan CES (Captura, Esterilización y Suelta) de gatos errantes, mantendremos la línea de subvenciones a los cuidadores de estas colonias, continuaremos con el contrato del albergue que seguirá vigente en 2020 y sacaremos un par de campañas informativas y formativas.
-La gran novedad de la futura ordenanza serán las sanciones a quienes no limpien los orines de sus perros en la vía pública.
-Lo estoy barajando muy en serio. Yo no creo en la cultura punitiva, creo en la información y la formación y ya, en último caso, en poner una multa. Pero sí, esto formaría parte de la ordenanza y, por supuesto, figuraría como infracción en el régimen sancionador igual que figura el no recoger excrementos.
-¿Por qué cree que se debe incidir en este tema ahora?
-Es verdad que la mayoría de los dueños de las mascotas son sumamente cuidadosos, pero sí es cierto que los orines en algún mobiliario urbano y en algunos escaparates, dependiendo de los materiales con que estén hechos, provocan desperfectos. Lo del agua con la botellita se está poniendo en todos los sitios para diluir los orines y reducir así sus efectos corrosivos. Se abren muchas posibilidades en cuanto a lo que puede llevar la botella. Tiene que ser un producto jabonoso, no contaminante, o unas gotas de vinagre que también funciona muy bien. Estará recogido en la norma.
-¿Qué otras novedades traerá?
-Va a recoger la figura del voluntariado y además va a haber un reglamento aparte. Va a haber un proceso participativo que todavía no se ha abierto y me gustaría que no pasase del primer trimestre de 2020 para tener lista la nueva normativa.
-¿Permitirá la ordenanza subir a los perros a los autobuses urbanos?
-No lo contemplamos. El marcar las normas de convivencia hacen que decisiones como esa sea una decisión imposible de tomar e, incluso, de valorar en tres meses. Tendría que verse no solo desde la concejalía de Salud Animal, sino también desde EMTUSA, Seguridad Ciudadana, ver lo que piensan los ciudadanos en general y usuarios… Se propuso hacer pruebas en las líneas 14 y 25, pero no se llevó a efecto.
-La Salud Animal para muchas personas está reñida con el espectáculo de la tauromaquia. ¿Qué opina sobre este tema ahora que se acaba de anunciar la continuidad de las corridas en El Bibio?
-El mensaje va más allá y es cuándo y cómo se puede tomar la decisión de si ‘sí’ o si ‘no’. Veo bien la idea del referéndum que defiende mi partido. Es una decisión que no solo debe tomar el equipo de gobierno, sino toda la Corporación local, y, a mayores ,el conjunto de la ciudadanía de Gijón.