Artículo de opinión de Begoña Fernández, vicesecretaria general de la Agrupación Municipal Socialista de Gijón/Xixón publicado el 14 de noviembre en El Comercio.
En suelo público, debe construirse vivienda pública, a precio asequible. El concejal de Urbanismo de Gijón y la alcaldesa Moriyón rechazan esta posibilidad y, además, critican públicamente al Principado de Asturias por no subir el precio de la vivienda social tanto como querían los constructores.
El suelo público municipal es patrimonio de todos y puede servir para construir en él vivienda pública en un momento de incremento asfixiante de los precios.
Durante el anterior mandato, el Gobierno de Asturias inició la construcción de 250 viviendas públicas en la parcela de Peritos. Cuando la derecha accedió al gobierno municipal, el grupo socialista presentó una relación de las parcelas municipales que podían alojar proyectos de vivienda pública asequible, pero Foro, PP y la ultraderecha votaron ‘No’.
¿Qué han hecho, desde entonces, Moriyón y su gobierno? Inventaron el plan Llave, un señuelo para malvender el suelo que tiene el Ayuntamiento a la empresa privada, y se negaron rotundamente a ceder suelo al Principado, a pesar de que este ofreció, de forma reiterada, financiar y construir viviendas asequibles. Solo una fría distancia con los problemas sociales explica tal desdén.
Siguiendo su costumbre, la alcaldesa rechazó la colaboración con las instituciones y priorizó el negocio privado, pero, mientras tanto, los ayuntamientos de Oviedo, Siero, Villaviciosa, Carreño, Avilés, Mieres y Langreo han firmado convenios con el Principado para hacer las viviendas que, en Gijón, el Ayuntamiento rechaza.
Ahora sabemos que el concurso convocado para privatizar esos suelos ha quedado desierto, por segunda vez, porque las empresas, que no han logrado su objetivo de subir el precio máximo de las viviendas, pretenden ahora bajar los costes del suelo.
Resulta grosero que los concejales de Foro/PP, que se fotografían sonrientes ante las viviendas que el Principado construye en Peritos, como si tuvieran algún mérito en ellas, estén negando la posibilidad de repetir esa misma experiencia en otras zonas de la ciudad.
Y es triste que una alcaldesa que tiene las competencias en políticas de igualdad no esté reaccionando, cuando debe saber que las mujeres que ingresan en la Casa Malva han duplicado la duración de su estancia, porque es dificilísimo encontrar un alquiler asequible en Gijón.
Si Moriyón no rectifica, la ciudad perderá definitivamente el suelo que tiene como fin satisfacer las necesidades ciudadanas. El gobierno municipal debe reconocer que solo ellos son responsables de sus malas políticas. Gijón debe dejar de ser la excepción. Un municipio donde sube el autobús, mientras en el resto baja, donde se rechazan las viviendas públicas, donde se quieren cerrar museos, y donde se pierden fondos europeos, mientras el gasto municipal dedicado a publicidad o a gastos inútiles, como las catas en el Muro de San Lorenzo, se disparan.