Artículo de Opinión de Natalia González Peláez, concejala socialista del Ayuntamiento de Gijón/Xixón publicada por La Nueva España el 14 de septiembre de 2024
La vuelta al cole ha coincidido con la celebración del Pleno municipal, donde el PSOE puso el acento en la necesidad de planificar actuaciones para que los centros educativos se adapten a la realidad actual.
Una vez más, el gobierno local prefirió hacer oposición a la oposición a través del “y tú más” al que nos tiene acostumbrados, rechazando todas y cada una de las acciones propuestas.
Lo que sorprende no solo es que el concejal de Foro, Gilberto Villoria, dejara claro su desacuerdo con la ejecución de los proyectos de intervención integral en los colegios Los Campos, Rey Pelayo y en el Centro de Educación Especial de Castiello, que cuentan con fondos europeos; también que el concejal que tiene delegadas las competencias de educación no tuviera nada que decir.
En unos días tan intensos en el ámbito educativo, el concejal popular Jorge Pañeda estuvo ausente. No hizo ninguna declaración acerca de la falta de limpieza en algunos centros ni de las medidas a tomar para que las obras de la Ecomanzana no afectaran el desarrollo de la actividad lectiva, y le echamos de menos el jueves en la presentación de la guía de actividades complementarias.
Tuvimos que esperar a la Comisión de Cultura para que hablara de educación. En respuesta a las preguntas y ruegos que formuló PSOE, solo ofreció datos de las ayudas tramitadas en el ámbito escolar, sin ser preciso en el porcentaje de descenso de las ayudas concedidas respecto al curso anterior. Esa reducción la achacó a la subida de los ingresos de las familias por el incremento del Salario Mínimo Interprofesional y no al impacto que la exigencia de un requisito administrativo en la convocatoria tuvo sobre los niños y niñas de familias más vulnerables, cuestión que han detectado las organizaciones del tercer sector. También ha habido que esperar a la celebración de la comisión para que se pusiera fecha a la reunión solicitada hace semanas por el AMPA del Rey Pelayo, o para saber que es más que probable que el nuevo modelo de comedores escolares se limite al cambio de la línea fría por una línea caliente.
Nuestro municipio necesita una concejalía de Educación fuerte, capaz de liderar las necesidades cada vez más complejas que afectan a los centros educativos, al alumnado y a sus familias. Esas necesidades tienen que ver con diferentes áreas municipales, pero deben contar con un servicio de educación potente que lidere un proyecto educativo de ciudad, facilitando la coordinación y la transversalidad.
La concejalía de Educación no puede limitarse a ser una mera correa de transmisión que traslada demandas a las áreas competentes; debe tener el criterio y liderazgo necesarios para ser el interlocutor con la comunidad educativa. Es imprescindible contar con conocimiento, criterio y planificación.
El actual reparto de la competencia educativa entre la concejalía de Educación y la de Cultura, es decir, entre Foro y PP, no facilita ese liderazgo y mucho menos un servicio de educación a la altura de una ciudad educadora. ¿Para qué acepta el PP la delegación de una competencia si no cuenta con las herramientas adecuadas para su desarrollo?