Gijón tiene un gobierno de derechas por la negativa de Podemos a dialogar con PSOE e IU.
Entonces, como ahora, prevaleció para Podemos la discusión sobre sillones frente a la discusión sobre soluciones a los problemas de la ciudadanía gijonesa.
Ahora, como entonces, se empeñan en no reconocer el resultado de unas elecciones municipales que colocaron a Mario Suárez del Fueyo como portavoz del tercer grupo municipal en número de concejales por detrás del PSOE.
Es cuando menos interesante que el portavoz municipal y S. General de Podemos en Gijón hable ahora de posibles mociones de censura en el Ayuntamiento de Gijón. Estaremos encantados de que su grupo deje de ser la muleta de la derecha que representa Álvarez Cascos y apoye un gobierno de progreso capaz de ponerle rumbo a esta ciudad. Gijón es una ciudad con mayoría de izquierdas gobernada por la derecha por la decisión de Podemos y bien está que reconsideren lo que hicieron.
Resulta llamativo, no obstante, que siga empeñado el líder de Podemos en ignorar que su partido tiene menos concejales y ha obtenido muchos menos votos que el PSOE en las pasadas municipales y que ahora, como antes del 13 de junio de 2015, sigan anteponiendo la discusión de los sillones a la de las soluciones para Gijón.
Algún malpensado podría creer que lo dicho por Suárez del Fueyo es una nueva imposición, un nuevo ejercicio de eso que podría resumirse en “porque lo digo yo” que tantas veces le adjudican a su organización. En cualquier caso, bien estaría que la disposición a sentarse y acordar que mantuvo con FORO la hubiese tenido con el PSOE. Bien hubiese estado que la disposición de su partido a un acuerdo “transversal” con FORO y Ciudadanos en Asturias les hubiese servido para propiciar un gobierno de cambio con mayoría absoluta en España y evitar así que M. Rajoy siga siendo Presidente del Gobierno y haya que celebrar nuevas elecciones.
Un año perdido
Este año ha sido tiempo perdido para resolver muchos de los problemas de la ciudadanía gijonesa y ha vuelto a evidenciar la incapacidad del gobierno de Carmen Moriyón para sacar adelante proyecto relevante alguno. El 2015 acabó con un Ayuntamiento que no supo utilizar 55 millones de euros y que fue incapaz de realizar un Plan de Choque que había concitado el acuerdo unánime de todos los grupos municipales mientras Cáritas y otras ONG alertan del crecimiento de la pobreza en nuestra ciudad. Y siempre que el gobierno tuvo un problema, ahí estuvo el grupo municipal del Secretario General de Podemos en Gijón para echar una mano a la Alcaldesa de Álvarez Cascos.
El 13 de junio se celebrará el aniversario de la constitución de la corporación municipal tras las elecciones y será el momento de hacer balance de cómo estamos y como abordar el futuro. Cuando en toda España se configuraban gobiernos de cambio por el acuerdo de las candidaturas del PSOE, IU y Podemos, nuestra ciudad fue una excepción porque la marca local de Podemos se negó a un acuerdo con IU y PSOE para tal fin. Mientras en Valladolid o Sevilla los concejales de las otras fuerzas votaban a los candidatos socialistas, candidatos o candidatas de estas organizaciones recibían el apoyo del PSOE en municipios como Madrid o Valencia. En Gijón, sin embargo, tal cosa no fue posible por la decisión del partido de Iglesias y Errejón.
Los socialistas ofrecimos diálogo entonces para que Gijón cambiase de rumbo. Ante la negativa a que nos sentásemos a una misma mesa las tres organizaciones, el PSOE e IU elaboramos un documento que recoge 66 medidas para guiar la acción de un gobierno municipal. Frente a eso, sólo obtuvimos la negativa a cualquier acuerdo que no supusiera que el candidato de XSP fuese Alcalde. A los que se les llena la boca diciendo que hay que escuchar a la gente no tenían ningún empacho en decir que sólo habría acuerdo asumiendo su candidato aunque el candidato socialista hubiese sacado 6.000 votos más que él.
El cambio fue posible en Gijón pero Podemos no quiso y prefirió que la derecha gestionase los acuerdos que votábamos la mayoría de izquierdas en el Pleno. El resultado es que nada de aquello prosperó y la “privatización” de la política que eligieron es un fracaso para los hombres y mujeres de nuestra ciudad.