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Discurso Luis Manuel Flórez «Floro» en el Pleno de Constitución

Buenos días. Señoras y señores concejales, autoridades, representantes institucionales y sociales, vecinas y vecinos.

En esta sesión constitutiva de la nueva corporación municipal quiero expresar en primer lugar, mi agradecimiento a las miles de personas que han confiado en el proyecto socialista y que han hecho que seamos la lista más votada y el proyecto con más apoyo de las pasadas elecciones del 28 de mayo.

Hemos llegado hasta aquí con un mensaje y un proyecto coherente, riguroso y realista. De hecho, hoy tenía previsto hablar de ese proyecto y de los retos a los que se enfrenta Gijón en los próximos años, pero la vergonzante actualidad hace que la prioridad sea otra. Sí, hoy tenemos que hablar del que va a pasar a la historia como Pacto de la vergüenza y, lo es no solo por el contenido sino también por las formas. Un pacto que anoche rubricaba la señora Moriyón y que ha hecho sonrojarse incluso a sus compañeros de filas.

Nada diré del PP y de Vox, dos organizaciones que están en las antípodas de nuestra manera de entender el mundo y la convivencia, pero que han sido coherentes con sus posturas a lo largo de todos estos meses. Que PP y Vox eran vasos comunicantes nunca lo ocultaron. Lamentablemente no se puede decir lo mismo de otros.

Señora Moriyón, señoras y señores de Foro Asturias, yo soy nuevo en política, y di este paso porque creía –y creo- en la dignificación de la labor pública, en estos tiempos en los que la ciudadanía tanto la denosta. Hoy usted ha contribuido a dinamitar la digna labor que honestamente desarrollan miles de representantes públicos. A la política no se puede llegar con mentiras, señora Moriyón. En la vida, y en la política es fundamental cumplir con la palabra. Ya hemos visto que la suya vale poco.

No voy a repetir aquí el innumerable listado de ocasiones en las que usted, sí usted personalmente, dijo que nunca pactaría con la ultraderecha, que jamás les metería en su gobierno

Si el primer día traiciona a su ciudad y a sus votantes ¿a quién traicionará el segundo?

Leo con estupor su acuerdo de gobierno que sigue siendo un “Tira pa´lante que libras”, -como lo fueros sus proyectos irrealizables en campaña-. Debería usted saber que no es posible auditar al ayuntamiento como plantean, ahí están las resoluciones del Tribunal de Cuentas, debería usted saber que tener un Plan de Movilidad es obligatorio por Ley, no una apetencia, deberían explicar cómo van a compensar su supuesta bajada de impuestos. Espero que no sea a costa de la venta de las empresas públicas, que no vengan con la idea de vender al mejor postor el patrimonio público de las y los gijoneses.  Porque el patrimonio social ya han empezado a dinamitarlo antes de llegar: es sonrojante leer acuerdos como –y cito textualmente- “eliminar de la ordenanza de Igualdad aquellos aspectos que supongan igualdad entre personas”.

Pero no se quedan ahí, dejan en manos de Vox la designación de la persona que vaya a encargarse de las políticas de igualdad. Sí, a Vox, al partido que lleva a maltratadores condenados en sus listas. Sólo esto, debería soliviantar a una ciudad que ha sido siempre ejemplo de lucha por los derechos de las mujeres y, a usted debería sonrojarle haber empeñado su palabra en el Consejo de Mujeres asegurando que nunca firmaría esto.

Eso es ser honorable

Y ya no voy ni a mencionar el acuerdo de la congelación de las políticas lingüísticas. Igual es que ya no se acuerda de lo ofendida que usted se sintió con esa imagen promovida por Vox en la que según sus propias palabras “vejaba a un compañero” como Adrián Pumares. Es usted de memoria frágil. Demasiado frágil.

No voy a extenderme mucho más porque hay que dar paso a las votaciones. Desde el PSOE vamos a presentar nuestra candidatura a la alcaldía, tal y como teníamos previsto, porque somos la fuerza más votada en la ciudadrepresentamos el proyecto en el que mayoritariamente han confiado las y los gijoneses.

Y porque creemos firmemente en que no se puede llegar a la política con mentiras, ni firmando acuerdos de último minuto, con nocturnidad y alevosía, para que la ciudadanía no tenga tiempo a saber lo que estaban haciendo ni pudieran impedírselo.

Es el Pacto de la Vergüenza, y por eso apelo a todas las concejalas y concejales que representamos en este salón a la ciudad de Gijón, a que reflexionen. A quienes son nuevos en estas lides, como yo, que se sumaron a un proyecto que blanquearon como centrista y que va a entregarse a los brazos del extremismo más radical solo por conseguir un bastón de mando. Mañana no valen arrepentimientos, que está en juego no solo el futuro sino la convivencia y eso depende de lo que ustedes voten, votemos hoy.

Como concejal electo novel, llego a este desempeño con el firme compromiso de ser siempre fiel a la palabra dada. La concordia,  el talante dialogante y sincero, presidirá siempre las decisiones y la manera de trabajar del grupo municipal socialista que represento. Nuestro comportamiento y nuestra coherencia a la hora de desempeñar el trabajo que nos han encomendado las y los electores, servirá para reforzar la credibilidad en las instituciones democráticas y en la noble tarea de hacer política.

En un contexto complejo y en una coyuntura regional y nacional cambiante, hemos sido la fuerza más votada, la que ha conseguido un mayor respaldo de la ciudadanía. Llegamos hasta aquí, como he dicho, con un proyecto que pone en el centro de nuestras políticas a las personas, con la idea clara de reforzar un Gijón hecho a muchas manos, a las de todas y todos los que aquí representamos la voluntad ciudadana, desde el diálogo, la concordia, con un pacto por la ciudad.

Y si hoy se cumple, como parece ese pacto de la vergüenza, sepan ustedes que aquí vamos a estar, `para defender los intereses democráticos por los que tanto han peleado nuestros antecesores. Creo que hemos dado buen ejemplo de que, cuando creemos firmemente en algo lo peleamos a pesar de todas las circunstancias adversas que nos podamos encontrar en el camino.

A la política no ha de venirse solamente para ganar, estamos aquí para hacer las cosas lo mejor posible, conforme a nuestros principios colectivos y no a las apetencias personales o a la ambición desmedida. Ustedes, representantes de Foro, inician hoy un camino ig-no-mi-ni-oso y nosotros emprendemos el camino de la esperanza en nuestra senda de honestidad.

Por todo esto y porque miramos al futuro sin perder de vista las trayectorias propias y ajenas, les recuerdo lo que decía Ortega y Gasset: “El pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero sí lo que debemos evitar.”