Artículo de Santos Tejón, secretario de Economía de la Agrupación Socialista de Gijón
Podemos argumentar razones subjetivas para analizar la incapacidad del actual gobierno de Foro en Gijón, pero al final los fríos datos de los números están ahí en forma de presupuestos, y estos datos se mire por donde se miren, son demoledores.
El equipo de gobierno ha decidido que en 2019 la ciudad se vea sometida a una nueva prórroga presupuestaria, pero lo esencial es que la gestión económica municipal está condicionada por un Plan Económico Financiero que la alcaldesa ha decidido aplicar a pesar de su rechazo por el Pleno. Una situación a la que se ha llegado por la incapacidad del gobierno para ejecutar el presupuesto año tras año, que ha ido reduciendo nuestra capacidad de gasto en aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada por el Partido Popular y que recibió el apoyo decidido de Foro Asturias en el Parlamento, sin calcular las consecuencias para el Ayuntamiento de mayor envergadura que están gestionando, el ejemplo más significativo es que el gasto en inversiones sociales se ha reducido de 24 millones a 21.
Por otro lado, en la evolución de ingresos y gastos en los últimos ejercicios, los gastos corrientes han crecido más que los ingresos y esto conlleva la reducción paulatina de la capacidad de financiación municipal, que es lo que permite, por ejemplo, destinar dinero a programas sociales y fija el límite para las inversiones financieramente sostenibles. Debido a los bajos porcentajes de ejecución (menor de un 40% en inversiones) el remanente líquido de tesorería, es decir el dinero que se queda sin gastar, tiene que ser destinado para la amortización de la deuda, salvo que se dediquen a inversiones financieramente sostenibles.
Un dato, en 2017 hubo que destinar 15 millones a amortización anticipada de deuda por no haber terminado las inversiones financieramente sostenibles en el plazo legal.
Consecuencia de todo esto, nos encontramos que para 2019 no hay partidas para los presupuestos participativos, ni para el desarrollo del plan de movilidad, ni para otros temas como el plan de fachadas, rehabilitación de barrios degradados, etc. que quedan relegados esperando tiempos mejores. Y no nos olvidamos de otras iniciativas del anterior gobierno socialista como fue la asignación y reparto de inversiones a distritos, algo que ya es historia por culpa de la nula capacidad negociadora de los ediles foristas.
En definitiva, un desastre por parte de estos gestores de “La nueva política”, que entraron en el consistorio convencidos de gestionar mejor que nadie el sector público, pero que han chocado con la realidad sin saber dónde se han metido, y los más grave sin conocer los problemas que puede generar su nula iniciativa por no saber o no querer tomar decisiones. Si bien es cierto que a veces su pasividad ha sido mejor para nuestra ciudad que cuando han actuado conjuntamente junto con sus socios de PODEMOS, porque las consecuencias de sus iniciativas para las políticas presupuestarias y sociales han sido lamentables y las estamos viendo en las noticias, en las colas para la obtención de ayudas sociales y hasta en el alumbrado navideño.
Por parte del Partido Socialista de Gijón, aun revisando con preocupación estos datos, estamos analizando que se podría hacer para revertir esta situación porque tenemos claro cuáles son las limitaciones presupuestarias que hay actualmente, pero también que en nuestro partido tenemos el conocimiento, la experiencia y las motivaciones suficientes para revertir esta situación y conseguir los recursos que Gijón se merece cuando los ciudadanos nos vuelvan a dar su confianza tras las elecciones de Mayo.